Este cuarto libro de la novela se centra en el papel de la enseñanza media, como lugar en el que se da el rito de paso de la infancia a la juventud. Hay que recordar que la EGB se finalizaba a los trece años y muchos alumnos no la aprobaban. Solo accedían a los institutos de bachillerato aproximadamente la cuarta parte de los jóvenes, mientras que el resto hacía la FP o directamente se quedaba en la calle buscándose la vida.